CÓMO SALVAR UNA EMPRESA EN CRISIS (O EVITAR ENVIARLA)

¿Cómo salvar una empresa en crisis? En situaciones de dificultad o crisis empresarial lo primero que se necesita es tener claro qué hacer, por dónde empezar, con qué objetivos. Necesita un plan, necesita un camino, en términos técnicos necesita un Plan de Recuperación de la Empresa. Especialmente cuando hablamos de microempresas y despachos profesionales, a menudo es la confusión la que nos impide comprender las dificultades e intervenir objetivamente.


Las preguntas que se hace el propietario de la microempresa o del estudio profesional en dificultades son


¿Por dónde empezar? ¿Cuáles son las etapas del relanzamiento?

¿Qué hacer? ¿Qué hacer ahora? ¿Qué hacer ahora?

¿Qué dificultades o resistencias existen para relanzar la empresa?

¿Quién puede ayudar al empresario en apuros?

El objetivo de este artículo es, si su empresa está en crisis y no sabe qué hacer, ayudarle al menos a poner las cosas en orden. Sin embargo, si hoy no está en crisis, el artículo, estudiando lo que no funciona, entenderá cómo evitar encontrarse mañana para gestionar una empresa en crisis.



Junto a la parte estratégica, es necesario prever los presupuestos de la empresa, desde el presupuesto comercial hasta el de gastos operativos, de marketing y comerciales, pasando por el de gastos generales, hasta los planes económicos y financieros.


Evidentemente, al encontrarnos con una empresa en dificultades, hay que prestar especial atención al plan financiero, dónde encontrar la liquidez necesaria para volver a empezar, cómo corregir la situación financiera inicial, cómo financiar la fase de relanzamiento.

Además de estas formas y de manera introductoria, recomendamos que si tienes clientes que paguen con varios días o meses de retraso, utilices tus facturas para realizar factoring con una empresa de confianza de tu ciudad. El factoring tiene varias carateristicas que la hacen una buena fuente de ingresos en estos casos.

En general, incluso en las empresas que no están en crisis, tener un plan estratégico, un plan de negocios y un plan de desarrollo es útil para evitar encontrarse en una situación de crisis, es útil para actuar, es útil para tener un rumbo claro a seguir, con claridad de los resultados esperados, los resultados reales y las posibles medidas correctivas.


5) Seguimiento de la aplicación del plan


Como con cualquier plan, es necesario aplicarlo. Sin una aplicación constante y diaria, todo plan corre el riesgo de volverse inútil. Por ello, es imprescindible prever una serie de controles periódicos con el fin de medir los resultados realmente obtenidos, compararlos con las hipótesis del plan, tomar las medidas correctoras que sean necesarias y, si es preciso, actualizar el propio plan.


Este seguimiento es importante tanto para los aspectos relacionados con las cifras (por ejemplo, el volumen de negocio, los márgenes, el flujo de caja) como para el calendario. De hecho, en una empresa en dificultades, no es "sólo" necesario conseguir resultados económicos y financieros, sino que también es necesario hacerlo en un plazo determinado. De hecho, el estado de crisis o dificultad no siempre puede prolongarse demasiado.


Las dificultades típicas de la aplicación de un plan de recuperación de la empresa

Sin embargo, al leer los pasos enumerados anteriormente, es necesario ser consciente de las dificultades que se suelen encontrar en la fase de análisis, en la redacción del plan de recuperación y, finalmente, en su aplicación:


1) Resistencia al cambio


Parece paradójico, pero a menudo en una empresa que vive momentos de dificultad, si no es ya una crisis empresarial, el primer obstáculo es convencer a quienes llevaron a la empresa a la crisis, de que es necesario cambiar. Concienciar de que si las estrategias y las acciones no cambian, inevitablemente los resultados serán los mismos.


Las frases "siempre lo hemos hecho" en esos momentos son el principal obstáculo. La misma resistencia al cambio es la que impidió a la empresa en los momentos previos al surgimiento de las dificultades para renovarse, o para implementar la innovación y las necesarias actualizaciones que hoy requieren todos los mercados.


2) Emocionalidad


En general, en las micro y pequeñas empresas siempre es difícil separar lo personal de lo profesional, la familia de la empresa, las emociones de los números.


Esto se acentúa precisamente en situaciones de crisis o de dificultad en las que, por razones obvias, la lucidez se ve disminuida.


La consecuencia es mezclar opciones racionales y emocionales que no siempre ayudan a la búsqueda de soluciones, que por su naturaleza deben ser lo más racionales posible.


Estar apegado a los clientes que generan pérdidas, querer permanecer en el lugar caro del todo, no querer aceptar reducir el personal momentáneamente, son sólo ejemplos.


En los casos más graves, la parte emocional lleva incluso a negarse a querer tratar ciertos temas, y puede impedir incluso que se pueda hablar de ciertos temas.


3) Buscar el camino corto y los atajos


También por lo dicho anteriormente, muchas veces el empresario, para evitar pasar por un plan que se vive como "doloroso" porque le obliga a cambiar o a afrontar el peso de las consecuencias de la situación de crisis o dificultad, busca atajos, soluciones milagrosas que le lleven mágicamente a resolver los problemas.


Entonces se busca la enésima financiación que pueda cubrir las necesidades, sin querer aceptar el hecho de que muchas veces esto sólo mueve el problema en el tiempo, pero luego el problema volverá a ser aún mayor. O bien buscan vías cortas como Internet, intentando recuperar en un mes el retraso tecnológico de quizás años.


La consecuencia es que la búsqueda de esos atajos sólo dará lugar a la pérdida de los escasos recursos financieros y a una mayor pérdida de tiempo. Ambos son recursos escasos en situaciones de crisis o dificultad.


4) Cambio de personas clave


A veces, en la fase de análisis de las causas que han llevado a la situación de dificultad o crisis, surge que una de las causas es uno o varios empleados que ocupan funciones especialmente importantes sin tener las competencias o cualidades adecuadas.


Esto es bastante habitual en las pequeñas empresas familiares, ya que los empleados se eligen entre los miembros de la familia y se les asignan funciones muy importantes desde el punto de vista empresarial.


Ejemplos que se encuentran muy a menudo es la esposa en la gestión de la contabilidad, el miembro de la familia para hacer marketin

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crisis de liquidez de la empresa: cómo superarla

Subvenciones para pequeñas empresas: cómo obtener financiación para su puesta en marcha